Esta semana, aprendí el valor de APRENDER.
Aprendí que de lo que a veces no esperamos mucho, es de lo que más podemos obtener algo (Y no hablo en términos tangibles o materiales, no señor).
Aprendí que si te da miedo o te tiemblan demasiado las manos como para sostener un papel, es porque es muy importante para tí y quieres lograrlo.
Aprendí el valor de involucrarse y no solamente observar a otros hacerlo.
Que el ruido no es ruido, sino música, y que podemos hacer esa música con lo que sea: tambores o huacales, botellas o basureros, todo ayuda, y que si el instrumento termina quebrado, es por que lo hiciste bien.
Aprendí que las cosas que más valoramos, no siempre son las que más nos cuestan si no, las que nos marcan.
Aprendí que todos tenemos SIEMPRE algo que aprender.
Todo esto, significa para mí COMPROMISO Y CONSTANCIA. Saber que cada movimiento y paso que se da, vale la pena, y que si es en equipo, lo vale aún más.
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